Para Laura...
Después de tu inesperada partida, durante todo este tiempo, lloré tu pérdida y sufrí tu ausencia.
Todavía siento que, algún día, voy a llegar a casa y te voy a ver detrás del vidrio de nuestra puerta, esperándome como siempre, con tu hermosa sonrisa y tus ojos que se iluminaban al verme, haciéndome sentir el hombre más afortunado del mundo.
Pero pasa el tiempo y voy asumiendo que no estoy en un sueño, que jamás me voy a despertar y tenerte a mi lado, y asumo con tristeza, que esta realidad es tan cruel y dura como el dolor que destroza mi corazón por tu ausencia.
Para sobrellevar ese dolor y decirte las cosas que tal vez siempre te quise decir y me faltó tiempo para hacerlo, te hablo como si aún estuvieras aquí; y sufro el silencio de tus respuestas, y lloro el vacío que me dejaste, y añoro todo lo que vivimos y soñamos juntos, y me sumerjo en la triste realidad de no poder tocarte, besarte y amarte como siempre.
Un día, mientras te soñaba, un ángel apareció en ese sueño y me pidió que dejará de sufrir; que no olvide ese gran amor que siento, pero que debía seguir con mi vida, que mis hijos me necesitaban bien para ellos estar bien.
Intenté explicarle que me había faltado tiempo para decirte muchas cosas, que me quedaron pendientes un montón de "te amo", y me sobraron un sin fin de "te extraño" y "te necesito".
Y me dijo que no te llorará más, que tú siempre estarías conmigo, en mi perturbada mente y en mi corazón herido.
Yo insistía con mi necesidad de hablarte y poder decirte tantas cosas, pero aquel ángel me dijo que no me preocupe porque tú siempre me escuchabas, que sabías cuánto te amaba, cuánto te extrañaba.
Y le creí; le creí porque en sus ojos te ví y en su voz te escuché; le creí porque al verlo sentí tu presencia dentro de mi ser; le creí porque ese ángel tenía tu sonrisa; le creí porque ese ángel eras tú y me dí cuenta de que por fin pude volver a escucharte, a sentirte y decirte todo lo que me quedó por decir; porque a pesar de que nunca voy a dejar de extrañarte, ahora sé que en mis sueños, cuando te necesito y te añoro, ese ángel aparece y de alguna manera y por algunos momentos, vuelvo a estar contigo, vuelvo a sentirte y esa sensación tan placentera que me da la ilusión de tu presencia, llena ese vacío enorme que aquel fatídico día, dejaste en mí.
_____________________________________________________________________________