Santiago 15 años - 02.04.2017

28.03.2022 20:29

15 años, qué decirte Santi, realmente no me alcanzan las palabras para expresar lo que siento. 

Recuerdo el día que tu madre me dijo que estaba embarazada y la emoción que sentí al saber que nuevamente sería padre. Luego, cuando supe que después de cuatro hermosas niñas a las que adoro con toda mi alma, el hijo varón que siempre había soñado estaba creciendo en el vientre de la mujer que amo, fue sin dudas, uno de los días mas felices de mi vida.

La experiencia con cada una de tus hermanas fue única y maravillosa, pero contigo sería algo totalmente nuevo, algo que nunca había vivido pero mil veces había imaginado.

Llegaste en un momento muy especial de mi vida; sabía que la emoción de nuevamente ser padre no podría llenar el enorme vacío que desde hacía algunos meses habitaba en mí, pero la alegría con que disfruté la espera de tu llegada, supo mitigar en gran parte ese dolor. Fuiste concebido con mucho amor y te amé desde el mismo instante en que supe de tu existencia, y ese enorme sentimiento que es parte importante de mí, ayudó a recuperar aquella felicidad perdida, llenando de renovada ilusión a mi castigado corazón.    

Mi imaginación, impulsada por la energía de esa nueva paternidad, completó cada uno de los vacíos que aún quedaban por llenar en mi vida; comenzaba una nueva aventura de la que juntos seríamos protagonistas; una historia escrita con cada vivencia en común, como padre e hijo, juntos.

Y a partir de ese momento, sueños muchos años postergados volvieron a rondar mi mente; sueños que recuperaron la vigencia que el tiempo les había robado, con el anhelo intacto de poder concretar cada uno de ellos. Ir a la cancha, hacer deportes juntos, ser tu confidente, aconsejarte en cada paso, equivocarme y equivocarte, reír, llorar, todo un montón de cosas que en estos años ya hemos hecho y otras tantas que aún nos quedan por hacer.

Hoy, hace 15 años que escribimos esa historia, y cada día doy gracias a Dios por haberme dado esa posibilidad; solo quisiera poder mantener la nitidez de mi memoria, para no perder cada detalle de los momentos que hemos compartido, porque dejar escapar uno solo de esos recuerdos, significaría dejar pasar la maravillosa posibilidad de guardar para siempre, todo el amor con que los he vivido.

Siento un enorme orgullo con cada cosa que te veo hacer, ver cómo te superas día a día sin bajar los brazos nunca, poniendo lo que hay que poner para lograr el objetivo que se te ponga adelante.

Tener la posibilidad de ver como aquel niño lleno de ternura, que con su sonrisa contagiosa llenó de alegría a esta familia, poco a poco se va transformando en un adolescente lleno de cualidades, es el mayor regalo que la vida me pudo dar.

No tengo dudas que en poco tiempo, empezaremos a ver en ti a un gran hombre, honesto, solidario, luchador, compañero y otro sinfín de valores que gracias a Dios, hemos podido inculcarte. Eso nos da la inmensa satisfacción y el orgullo de saber y comprobar que, junto a tu madre, hicimos las cosas bien.

Quiero que sepas que siempre voy a estar contigo, siempre. Si Dios me dio la maravillosa oportunidad de tenerte, y por eso le estaré eternamente agradecido, solo le pido una cosa mas, que me regale la posibilidad de verte crecer y acompañarte en esta hermosa aventura que se llama vida, porque estoy seguro de que cada día del resto de mi vida, voy a poder decir a todo el mundo, con el mayor de los orgullos, ese es Santiago, ese es mi hijo.

_____________________________________________________________________________